Qué ha significado para el deporte local que la antigua Provincia de Valdivia se haya convertido en la Región de Los Ríos? ¿Le ha servido para progresar en los resultados de sus representantes al enfrentar a sus pares de otros puntos del país? ¿La llegada de recursos desde el Estado ha sido la esperada? ¿Las actividades han crecido de acuerdo a las expectativas de los protagonistas? ¿El añejo déficit de infraestructura, heredado del anterior esquema jurisdiccional, ha logrado ser minimizado?

En términos generales, voceros de distintas instituciones están de acuerdo al opinar que el deporte ha sido evidentemente favorecido en los 14 años de existencia de la Región de Los Ríos. Ha habido crecimiento humano y material y, lo mejor, independencia para fijar el derrotero de las diversas especialidades. Sin embargo, también hay bastante trabajo por delante para seguir avanzando.

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La pandemia -cómo no- se ha prestado para agravar los dolores de cabeza de quienes cultivan la actividad física. Aquí también hay un contrapunto, porque mientras para la mejor jugadora de ajedrez del país, la valdiviana Javiera Gómez, el coronavirus no le ha impedido continuar con su perfeccionamiento en el juego ciencia, a través de estudios y confrontaciones mediante internet, para disciplinas como el boxeo ha representado el cese total de actividades.

            “En Las Ánimas teníamos a varios muchachos entrenando y compitiendo, pero con el coronavirus, ni hablar. Obviamente, hubo que parar todo, porque el boxeo debe ser el deporte que más posibilidades de contagio presenta”, explica el presidente de los Fantasmas, el empresario José Méndez Roa.

No se queda ahí el dirigente, quien agrega que también debieron guardar los tejos y el entusiasmo y poner candado transitorio a su gimnasio los rayueleros, tradicionales cultores de uno de los juegos más típicos del país, por mucho que se encuentren separados de sus pares de la zona central por el diferente tipo de implemento usado para sumar rayas y triunfos.

La pandemia, en realidad, ha afectado severamente a todo el deporte local. Los caballos de batalla de Los Ríos, el remo y el básquetbol, no han escapado del problema, pero en su historial previo a la aparición del mal, e incluso dentro de él, han seguido entregando laureles a sus vecinos.

La serie de grandes triunfos del remo valdiviano, que se inició antes del nuevo esquema regional, con el propio Christian Yantani y Miguel Cerda coronándose campeones mundiales en el bote dos sin timonel en el torneo realizado sobre las aguas del río Guadalquivir, en Sevilla, continuó con otro éxito planetario, el de los jóvenes Roberto Liewald y Manuel Fernández, también en un dos sin timonel, categoría Sub-23, a comienzos de julio 2021, en Radice, República Checa. Entre ambos hitos, hay una larga lista de triunfos, como los que convirtieron a Chile en potencia continental en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019, y aunque también hubo presencia de deportistas de otras regiones, la fuerza ganadora tuvo mucha sangre valdiviana.

Fue a fines de la década del 60 y comienzos de la del 70   cuando el básquetbol comenzó a hacerse sinónimo de la gente de la antigua provincia. La inauguración del Coliseo Municipal, en 1965, cayó como anillo al dedo, para convertirlo en un fortín casi inexpugnable a nivel nacional y en el perfecto escenario para competiciones mundiales, continentales y, por supuesto, de inolvidables certámenes sudamericanos.

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Sumando victorias y sinsabores, mezclando problemas de dinero, falta de interés oficial o incomprensión popular cuando las cosas no salen como se espera, con interés y entusiasmo por seguir adelante, el deporte regional entrega un saldo bastante cargado al optimismo y a la esperanza de días aún mejores, sobre todo cuando la pandemia sea diluya hasta convertirse en un mal recuerdo.

Como ex campeón y actual autoridad, el seremi del Deporte de Los Ríos, Christian Yantani, resume lo que han sido estos 14 años para la actividad física y recreativa en la región.

 “La independencia lograda a partir de la creación de la región atañe no solamente a rubros como el nuestro, pero especialmente para el deporte ha tenido una importancia muy significativa y eso lo podemos demostrar no solo con palabras, sino también con cifras concretas.  Con el Gobierno Regional estamos trabajando en la Política Regional de Deportes, que nos permite diseñar y pensar el cómo queremos desarrollar el deporte a través de políticas articuladas. En esto no estamos solos, porque están las autoridades, universidades, privados y todos los que pueden ayudar en este aspecto. Por nombrarte solamente un aspecto, el aporte que hace el Consejo Regional en 2021 alcanza a 400 millones de pesos”, señala.

 Y agrega que “si eso lo multiplicas por todos los años que hemos sido región, es cosa de sacar las cuentas, porque además son sumas que se entregan en forma directa a organizaciones deportivas autogestionadas para el desarrollo de proyectos. Por otra parte, el Gobierno Regional ha entregado para infraestructura, en cifras muy gruesas, estamos hablando de tres mil a cuatro mil millones al año. Con los Fondeportes, tanto en actividades como infraestructura tenemos obras importantes, que difícilmente se hubiesen logrado sin el cambio de esquema regional”.

 Yantani destaca que en los últimos años han habido evidentes progresos: “Por mencionar algunas obras, ahí están el CAR (Centro de Alto Rendimiento) Náutico, el Polideportivo de Mariquina; el mejoramiento del gimnasio Hermanos Salvadores Salvi de Lanco, del gimnasio Fiscal de La Unión, del de Río Bueno, todas obras del Gobierno Regional. Ahora se está desarrollando el gimnasio de Riñinahue, en Lago Ranco. También estamos trabajando en una iniciativa conjunta, en Futrono, para otro polideportivo”.

 Agrega Yantani que por otra parte asoma lo más estrictamente relacionado con el deporte propiamente tal y sus cultores.

 “También ha habido un aumento significativo en políticas públicas aterrizadas a materia deportiva. Está el programa Promesas Chile, donde tenemos cuatro deportes estratégicos, en orden de importancia: el remo, el básquetbol, el ciclismo y el atletismo, para los que entregamos cantidades de recursos, contratamos a los técnicos, entregamos apoyo metodológico a los deportistas, con kinesiólogos, sicólogos, seguro médico, implementación, recursos para viajes, etcétera. No olvidamos el deporte formativo y hoy tenemos más de 200 talleres, esparcidos por las doce comunas, donde se trabaja con niños desde 2 años de edad, en los jardines, hasta los jóvenes de cuarto medio”.

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Recién 19 años tiene Javiera Gómez Barrera, pero hace tiempo que es figura recurrente de la información deportiva.

Pertenece al grupo de deportistas individuales que deben crecer en la soledad de una cancha, un gimnasio o una piscina, hasta que sus triunfos llaman la atención y aparecen los respaldos.

Javiera asume que el ajedrez difícilmente será una actividad popular, capaz de convocar multitudes y atraer auspiciadores.

Tras su intervención en el Campeonato Mundial de Rusia, donde cayó a manos de la número 1 de Indonesia, quien la superaba en ranking  y experiencia, toma parte en otros torneos del Viejo Mundo.

Su madre, Paola Barrera, nos dice que a pesar de lo descrito, Javiera está agradecida por el apoyo que ha encontrado en diversas instancias regionales, que la ayudan a buscar el logro de convertirse en Gran Maestra.

“No nos quejamos. Han habido aportes del Gobierno Regional, que es el más grande que ha recibido la Javi, para sus clases y para participar en algunos torneos. Ella ha recibido aportes del 6 por ciento del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para algunos proyectos, pero eso dura unos meses. La Municipalidad de Valdivia también ha colaborado. Los viajes hay que financiarlos con esos aportes, sumando algo de la federación y también de la familia. Como Javiera ha salido del país desde muy chica, tenía que hacerlo con un familiar y ahí tuvimos que hacer el esfuerzo nosotros”.

 La campeona nacional de ajedrez trabaja para llegar a la categoría de Gran Maestra. Su madre explica que la joven tiene actualmente 2.083 puntos en el Ranking ELO (nombrado así en reconocimiento a su inventor, el físico estadounidense Arpad Elo) y para llegar a esa meta debe sumar 2.300.

Títulos de la desaparecida Dimayor y de la Liga Nacional de Básquetbol suman el Club Deportivo Valdivia (CDV) y Deportes Las Ánimas. Ambos han colaborado de manera importante, así como durante el siglo pasado lo hiciera el seleccionado local, a convertir al Coliseo Municipal Antonio Azurmendy Riveros en la Catedral del Básquetbol Chileno. Las Ánimas cuenta también con su pequeño, pero bello fortín, en la principal calle del barrio y en el CDV aspiran a conseguir lo propio. La pandemia no ha permitido avances, lamentablemente.

            Como deporte en teoría profesional, sus instituciones dependen en menor medida de los aportes oficiales, por lo que no podría decirse que la creación de la Región de Los Ríos haya jugado un rol demasiado relevante en su historial.  Por lo mismo, sus directivos deben recurrir a mucho poder de gestión para conseguir una existencia más o menos tranquila.

¿Cómo lo hacen para salir adelante?

 Asevera José Méndez: “A pesar de la pandemia, por lo menos en lo deportivo hemos andado bien, con el equipo en los primeros lugares. No nos podemos quejar. Es la parte que ha estado buena, pero en lo económico todo está complicado, difícil, porque tenemos pocos auspiciadores y también de poco monto, porque la crisis también les ha llegado a ellos. ¡Si esto nos ha matado a todos!”.

En cuanto al trabajo formativo, Méndez se entusiasma al recordar lo que el club estaba logrando con los niños y jóvenes del barrio y de otros puntos de la zona y del país, hasta que la irrupción del COVID-19 echó todo por tierra.

            “Teníamos una Sub-15 y una Sub-17 que iban a ser muy potentes, con chicos altos, de casi dos metros y con hartas condiciones para el básquetbol. No todos son valdivianos, ya que habían llegado al club chicos, incluso de Iquique y Santiago, porque jugar por Las Ánimas ya da prestigio. Desgraciadamente, llegó esto y tuvieron que regresar a sus hogares. Alcanzamos a rescatar tres o cuatro, no más. Esperamos recuperar al resto cuando se pueda”. 

En la otra orilla del río, Claus Prutzmann llamó la atención por sus 2.05 de altura que lo llevaron a ser capitán del Deportivo Valdivia y a vestir la camiseta de la Selección Nacional.

Hace poco tomó las riendas del club y desde su nuevo rol como dirigente resume ambas etapas.

            “Tratando de ser súper objetivo, en mi etapa de jugador vi lo que pasaba con la creación de la región, pero no hubo cambios significativos, porque seguimos enfrentando a los mismos rivales. Claro que la Región de Los Lagos se quedó con más equipos, Osorno, Puerto Montt, Puerto Varas, Ancud y Castro, mientras que nosotros quedamos con solo dos. Sin embargo, históricamente eso ha sido así y con la nueva región no hubo grandes modificaciones. Ahora, como dirigente, puede haber un trasfondo un poco más real, en el sentido de la destinación de recursos. Además de vivir del respaldo de la empresa privada y de la presencia del público y las recaudaciones, también vivimos de los aportes municipales, lo que cada vez ha sido más importante, por lo que estamos muy agradecidos de la municipalidad y también se ha ido mejorando a través de aportes del Gobierno Regional. Siendo Valdivia capital regional, los accesos y la disponibilidad de esos recursos se hacen más fáciles”.

Para el timonel albirrojo hay otro tema muy importante: “Creo que hay un déficit en lo que se refiere a la infraestructura deportiva. Primeramente, en lo que nos compete, el básquetbol, no sé cuántos gimnasios se han creado o se han reparado los existentes, pero no tengo la estadística ni una noción a primera memoria de haber estado en la inauguración de un gimnasio nuevo en los últimos diez años, por lo menos en Valdivia. Puede ser que en las otras comunas los haya o que algunos colegios hayan invertido a través del Fondo de Desarrollo Regional. Se ha hecho poco, a pesar de que se han levantado un par de polideportivos en comunas, y si hablamos de fútbol, ¿cuántos años llevamos esperando el estadio regional? En base a eso, estamos muy al debe, en infraestructura deportiva estamos súper atrasados”.

Prutzmann dice que sigue en buen pie la posibilidad de dotar al CDV de un recinto propio, que hay una comisión directiva a cargo de dar los pasos para la construcción de un gimnasio albirrojo.

 “Pensamos fundamentalmente en las series menores, pero a todo nivel necesitamos una casa propia, que sería nuestro mayor legado”.

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En universos paralelos, pero distantes, han vivido los aficionados regionales al más popular de los juegos: el fútbol. Por un lado, la actividad profesional, arribada a la zona en 1983 por injerencia oficial, ha pasado por todos los estados de ánimo.           

Deportes Valdivia, en sus dos etapas, más los diversos intentos por reemplazarlo tras la desaparición del primero, conocieron de algunos logros importantes, como llegar a Primera División por un par de años, pero sobre todo de amarguras, que incluso llegaron al fin de la actividad y la indiferencia popular.

 Ahora, bajo las nuevas normas de las obligatorias sociedades anónimas, criticadas porque prescinden de la voz y voto de los hinchas, Deportes Valdivia por lo menos devolvió la acción a las canchas, pero sin escapar a la mala gestión que parece ser el karma del profesionalismo en la zona.

 El problema que ha marcado este irregular paso se origina en que salvo el grupo de auténticos valdivianos que se puso la camiseta directiva hace 38 años, el resto del tiempo se ha carecido de capacidad de gestión y gobierno, sumando error tras error.

 En la otra arista, el amateurismo, la zona llama la atención por la gran variedad de organizaciones que, al competir en paralelo, se ven obligadas a compartir jugadores, con el consiguiente desgaste por exceso de esfuerzo.

 Dentro de ese panorama, conocimos la opinión del presidente de la Asociación Regional de Fútbol, dependiente de la federación nacional y, a través de ella, de la mismísima FIFA, Jorge Pantoja, quien se refiere a lo que han sido los años bajo el alero de la Región de Los Ríos.

 “Sumando y restando, podemos hacer un balance positivo, porque evidentemente hemos ganado una identidad como región. A lo mejor perdimos competitividad, porque no podemos negar que es más duro enfrentar a los osorninos, a los de Llanquihue o a los chilotes, pero hemos salido airosos. Tenemos trece asociaciones con la incorporación de Máfil y además en estos 14 años hemos tenidos dos títulos nacionales, uno a nivel de clubes, con el Wanderers-General Lagos y otro a nivel de selecciones con la Tercera Infantil de Valdivia, que ganó el título en Rahue, mientras que la Región de Los Lagos no ha ganado títulos en este período”.

 Pantoja dice estar agradecido con los gobiernos regionales, porque han estado dispuestos a facilitar nuestra tarea.

 “Siempre nos han ayudado y debemos reconocer que nos han ayudado con recursos que para el fútbol amateur son imprescindibles. Lo único que falta son recintos de mejor calidad. Hay estadios nuevos, como el de Las Ánimas, el de Niebla, el del Nacional, pero los ocupan muchas organizaciones y en el mejor caso hay que compartirlos. Nos gustaría que se invierta en el completo de Anfa, que en los últimos años está dejado de lado”.

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La Región de Los Ríos y especialmente su capital, han marcado presencia en el deporte chileno por décadas. El boxeo pisó firme en el siglo XX. El remo, que nació como una actividad más recreativa que competitiva y propia de los ríos y lagos de este entorno, ya sabemos lo que ha llegado a ser; el básquetbol tiene su historia, bastante más conocida. El fútbol, con sus altibajos, no escapa a su etiqueta de ser el más popular, y hay ejemplos de talentos individuales que, como Javiera Gómez, logran llegar más arriba de lo que el grueso de la comunidad conoce. Y hay varias otras variantes de la actividad física que gracias a la perseverancia de sus cultores siempre están activas.

No obstante, todos ellos siguen necesitando ayuda. Al afirmar esto último no hablamos solo de los aportes oficiales a través de los organismos estatales y la ocasional generosidad privada. Para hacer grande al deporte regional lo fundamental es que sea el ciudadano común el que entregue, al menos, un grito de aliento o una crítica bien intencionada y fundamentada cuando corresponda.

El compromiso popular es la columna que sostiene todos los intentos de elaborar y sostener campeones.